1 comentarios:

_AtReYu_ dijo...

La causalidad, que no casualidad, ha propiciado mi encuentro con este magnífico cuento, tan bien contado y tan bien dibujado que me ha impactado.
Hoy precisamente que me llegan señales, aparecéis como enlace y al hacer click os descubro maravillado.
Hoy que me lancé y dije ¡BASTA! justo antes de conoceros.
Libros pedagógicos de semejante calado deberían convertirse en lectura obligatoria no sólo para esos niños que acuden a un instituto o colegio para aprender sobre la vida, a ser personas, sino para todas aquellas cenicientas que quisieron soplar las cenizas que le oprimían el pecho y les ahogaban y por fin respiraron libres, para esos príncipes que se dieron cuenta y cambiaron de filosofía de vida.
Y os lo cuento yo, Migue, un proyecto de animador sociocultural que ha tenido el placer de encarnar al Príncipe del País de Cuarto y Mitad, destronado por la fuerza de mi reino y raptado vilmente por la malvada Princesa Hermia. Y si no fuera gracias a la maravillosa Princesa Julita, que junto a la ayuda de sus guerreras y la Encantadora Dora me liberaron del mal. El mismo que se quedó de piedra al ver cómo “tenía el orgullo de conceder su mano” a la Princesa Julita y que se comió unas calabazas que ríete tú del carruaje de Cenicienta. Ella había nacido para rescatar príncipes, no para casarse con ellos. Así que el orgullo de sangre azul se quedó como su propio corazón, helado.
Y lo más bonito, que la princesa fue feliz siendo como era…
Pero esa es otra historia que será contada en otro momento y que estaría encantado de compartirla con tod@s vosotr@s.
Lo que estoy deseando es obtener un ejemplar de vuestro libro, que aunque sea através de este sistema capitalista y utilice un precio que debemos pagar, es gastado con muchísimo gusto, además de ayudaros en futuros proyectos. Además de regalar esta maravilla a mis conocidos!!!
Un besazo enooooooooorme pa las dos, bellezas!! MUACKAR!!!
Miguel Á. Cabrera.

11 de abril de 2011, 11:56